5/10/2017
Xavier Andrade
El Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) dio un crédito a Ecuador por USD 637,8 millones, el 2 de octubre[i], para apoyo de balanza de pagos según indican las autoridades de gobierno, ante lo cual es necesario destacar, en primer lugar, que en una economía dolarizada como la de Ecuador no tiene importancia la balanza de pagos ni los saldos netos de divisas, más allá de que se ha convertido en un mito generalizado dentro del gobierno y cierto sector de la academia y del empresariado.
Por lo tanto el préstamo no es para «apoyar» la balanza de pagos ante una drástica caída de las reservas internacionales, como si podría ser en economías donde el gobierno imprime moneda y trata a toda costa de “estabilizar” los tipos de cambios nominales. Este nuevo endeudamiento tiene que ver con algo distinto en el caso de Ecuador y vale la pena revisar algunas cifras.
Al 30 de septiembre de 2017, las reservas internacionales (RI) se encuentran al nivel más bajo de los últimos años, esto es USD 2.362,4 millones. El problema en sí no es el nivel de las reservas, el problema es el porcentaje de cobertura de los pasivos exigibles con los activos líquidos (RI) que tiene el Banco Central, esto es apenas el 24,98%, el nivel más bajo de los últimos 7 años.
Dentro de esos pasivos exigibles las reservas bancarias están cubiertas por el 88,11% de los activos, si es que el Banco Central no cubriera nada más; las operaciones del sector público no financiero (IESS, gobierno central, gobiernos seccionales, empresas públicas) están cubiertas por el 46,24% de los activos, si es que el Banco Central no cubriera nada más.
La deuda que tiene el gobierno con el Banco Central es de USD 3.600 millones, además de la «jugada maestra» que significó la compra de acciones de empresas financieras públicas por parte del Banco Central, por USD 2.200 millones, lo que «disminuyó» el peso de la deuda del gobierno.
Por lo tanto el problema principal es que el gobierno ha utilizado al Banco Central como un banco comercial para hacerse préstamos, sobre todo a raíz de la creación del Código Monetario y Financiero en septiembre de 2014 y avalado por la Constitución de 2008 que elimina la independencia entre el Banco Central y el Poder Ejecutivo. Todo esto ha originado una bomba de tiempo que pone en riesgo la salud financiera del Banco Central (problema menor) y podría introducir un factor innecesario de riesgo y desconfianza en el sistema financiero privado al ser sus reservas utilizadas para dar préstamos al gobierno de turno
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Dado lo anterior, este nuevo préstamo va enfocado a seguir alimentando el exagerado e improductivo gasto estatal. Recordemos que la vigencia de la dolarización y el crecimiento de la economía no dependen de la balanza de pagos y muy bien podrían darse sin la existencia del Banco Central, el Código Monetario y Financiero y la Junta de regulación monetaria y financiera. Indudablemente hay cosas más importantes que la consulta popular convocada por el Presidente y no podemos permitir que estos temas pasen a segundo plano.
[i] http://www.eluniverso.com/noticias/2017/10/04/nota/6414142/credito-637800000-ecuador